Más corazón que fútbol
Con más corazón que fútbol se jugó una nueva edición del partido más importante del país. Fue igualdad en un tanto con goles de Martín Palermo y Marcelo Gallardo, por la décima fecha del Torneo Clausura argentino. Las figuras del equipo de Néstor Gorosito fueron Daniel Vega, Cristian Villagra, un poquito de Diego Buonanotte y bastante de Gallardo, jugador clave hasta su reemplazo.
Arrancó mejor el local, bien parado en la cancha aunque sin lastimar demasiado a una defensa millonaria que no mostró fisuras en el primer acto. Al equipo de Néstor Gorosito le faltó chispa de tres cuartos de cancha en adelante a pesar de que manejaba con criterio el balón en la zona media. La primera de riesgo fue a los 3 minutos para Boca. Un zurdazo de Nicolás Gaitán chocó contra las rodillas de un atento Mario Vega, quien finalmente se quedó con el buzo de arquero titular en la Bombonera.
Nuestro elenco se empezó a meter en el partido a través de la experiencia de Marcelo Gallardo, quien habilitó a Cristian Fabbiani a los 7 minutos con un centro preciso, pero el cabezazo del Ogro fue a las manos de Roberto Abbondanzieri. El propio Fabbiani probó de lejos pero sin fuerza y sin puntería a los 23.
Los últimos diez minutos fueron para el elenco de Carlos Ischia. Primero lo tuvo Sebastián Battaglia con un remate de primera con pierna derecha, que tras desviarse en Cristian Villagra, descolocó a Vega y casi se mete en el arco que da a la tribuna local. La pelota se fue al tiro de esquina. De dicho córner, Rodrigo Palacio no logró rematar con precisón debajo del marco del ex arquero de Nuevo Chicago, pero Boca avisaba.
River mostró síntomas de recuperación a los 38 con un remate bombeado del Muñeco Gallardo que se encontró con una buena aparición de Abbondanzieri. La última del primer acto también fue para nuestro cuadro con un remate elevado del juvenil Gustavo Bou, de buen primer tiempo. Llamativamente no había aparecido en el partido Radamel Falcao García, la figura de nuestro conjunto en el semestre.
En la segunda mitad River salió especulativo, sin ideas, perdía la pelota a poco de recuperarla y Boca se adelantó en el campo y comenzó a ser más incisivo. Producto de esa agresividad y de esa apatía de la visita, llegó la apertura del marcador cuando Palermo sacó un zurdazo desde afuera del área, sin marca alguna a su alrededor, para batir a Vega, que rozó el balón pero no pudo detenerlo.
Con campo a su favor el elenco de Ischia siguió jugando su partido con tranquilidad. Palacio remató por encima del travesaño a los 18. Nuestro equipo había perdido la pelota y los delanteros, Fabbiani y Falcao García no funcionaban ni tenían movilidad. Gorosito buscó la salvación desde el banco y mandó a la cancha a Diego Buonanotte para cambiar una jornada que pintaba negra, por Bou y luego, a Mauro Rosales por Fabbiani.
Y con Buonanotte empezó a gestarse el empate. Porque el Enano encaró y fue derribado por Battaglia. Gallardo ejecutó de manera magistral el tiro libre, con pierna derecha, por encima de la barrera y con comba, haciendo inútil la estirada de Abondanzieri, para silenciar a la parcialidad local y hacer delirar a los hinchas millonarios.
River se paró mejor en el campo y quedó con jugadores ofensivos (Gallardo, Buonanotte, Falcao y Rosales). Ischia sintió el impacto, y metió a Gracián y al peligroso Mouche por Gaitán y Palacio. Alos 33 llegó la más clara. Falcao García, increíblemente solo, mano a mano con Abbondanzieri, con la chance de ganar el superclásico y de convertirse en un ídolo millonario, tras el perfecto pase de Buonanotte, desvió insólitamente el remate con un derechazo cruzado que se fue desviado. Un minuto más tarde, Gorosito decidió reemplazar nuevamente a Gallardo, la figura del equipo, por Matías Abelairas, y así se esfumaron las posibilidades de generar peligro en los minutos finales porque desde que salió Gallardo, River no llegó más y desperdició una buena chance de volver a ganar en la Boca tras cinco años, y de no quedar tan lejos del líder Vélez.